miércoles, 23 de marzo de 2011

Manuel Flores sin gorra, sin morral y sin sandalias‏

Tal vez todos los que conocieron a Manuel fue desde la perspectiva de la lucha y lo conocieron como el revolucionario, el hippy o el gremialista, sin embargo; penetrar su círculo selectivo no era cualquiera y me atrevería a decir que quizás ninguno de los que le conocimos podríamos  jactarnos de que fuéramos su confidente. Lo conocí a mediados del 2002, la primera vez que lo vi vestía una camiseta de la selección argentina, una pantaloneta y su tenis All Star, me pareció lacónico, suspicaz y contundente al hablar. Con el pasar de los meses rápido comenzamos a interactuar y compartir momentos partidarios y de amistad. Al ir transcurriendo el tiempo me di cuenta que era organizado, desconfiado, muy responsable pero sobre todo: humano. Tenía una sensibilidad humana incomparable, pero primero se aseguraba que la ayuda no fuera una timada que le hacían, y a veces, quizás sabía que lo estaban timando pero aun así no se detenía en su generosidad.

Fue humano como cualquier mortal; con defectos y virtudes. Sin embargo, el tamaño de sus virtudes invisibilizaba sus defectos. De carácter tolerante, pero sabía argumentar y defender sus posiciones e ideas, no obstante que; cuando consideraba que ya no tenía sentido el seguir debatiendo simplemente se callaba, y a veces en el extremo de los casos, cuando le habían ofendido en el algún espacio de discusión simplemente callaba. Sabía cuando pelear y cuando quedarse callado, aunque cuando esto sucedía lo más probable es que estaba molesto y ofendido.

Fue seminarista y un día decidió retirarse, - Cuando me toca tomar decisiones las tomo-  me dijo en cierta ocasión, lo recuerdo como si fuera en este preciso momento. Fue así como un día decidió retirarse del seminario e inició sus estudios en la Universidad Pedagógica en la carrera de ciencias sociales. Recuerdo esto porque las decisiones que tomaba eran definitivas, ya las había meditado durante mucho tiempo y no había vuelta de hoja.

En el 2002 solo tenía 2 hijos; María José su hija mayor y su primer hijo con Aurora llamado Camilo. Fue muy amigo de Darwin Izaguirre quien murió en un accidente en diciembre en el 2004. Cuando nació su tercer hijo le llamó Darwin Ernesto en  honor a Darwin Izaguirre y a Ernesto “El  Che” Guevara. Recuerdo cuando en el 2008 me contó que Aurora estaba nuevamente  embarazada.

-Llegué a la casa y me encontré llorando a Aurora- me dijo esa vez en su casa-  ¿Y qué te pasa le pregunté? Me dijo que ya estaba confirmado su embarazo y yo le dije; no te preocupés, bienvenido sea a la familia.
 
Ese día celebrábamos con unas franciscanas y le pedí a él y Aurora que Yanira y yo seríamos la madrina y el padrino de su nuevo retoño quien nació el 18 de mayo de 2009, le puso por nombre Juan Pablo y lo primero que se me ocurrió es que se lo había puesto en honor a Juan Pablo Segundo, nunca tuve el atrevimiento de preguntárselo pero una vez platicábamos con María  O y ella no se lo preguntó sino que se lo aseguró, yo me quedé a la expectativa esperando su respuesta.

-          Ja ja ja ja ja ja – se rió con una carcajada- ¡Usted es perdida! Nada que ver…se lo puse en honor a Juan Pablo  Wainwright.  

Yo no sabía quién era pero tampoco se lo pregunté, posteriormente me di cuenta de que había sido uno de los fundadores del Partido Comunista en Honduras. Deduzcan por que su hijo mayor con Aurora se llama Camilo. Nunca le pregunté el por qué su hija mayor se llama María José.
Darwin Izaguirre era un amigo y militante del desaparecido PT, al igual que lo éramos con Manuel, desde su muerte en el 2004 teníamos por costumbre visitar a Doña Clemen –mamá de Darwin- en la fecha de su aniversario de muerte, lo hicimos en 5 años consecutivos hasta el 2009. Ese día doña Clemen por primera vez desde la muerte de su hijo se notaba más tranquila y cuando nos despedimos de ella Manuel me dijo: “Voy alegre por que Doña Clemen ya asimiló la muerte de Darwin”.

Nunca imaginé que un año después él ya no estaría y que las flores en el aniversario de la muerte de Darwin también serían para él, Doña Clemen y nosotros con el nudo en la garganta solo recordábamos las anécdotas de los años anteriores. 

Como toda persona responsable Manuel amaba a sus cuatro hijos, su hija mayor María José en una primera relación y luego sus tres hijos con Aurora; Camilo, Darwin Ernesto y Juan Pablo. Él siempre hablaba de su familia, no lo sé si lo hacía con todas sus amistades pero conmigo si lo hacía, me comentaba de sus salidas con María José y de sus juegos con Camilo y Darwin Ernesto, Juan Pablo solo tuvo a su papá 10 miserables meses.

Recuerdo el primero de mayo de 2003, llevó a la movilización a Camilo quien vestía un cachamblak kaki y tenis Al Star, lo tuvo que chinear en casi todo el trayecto desde  La Granja hasta el centro. La alegría de celebrar con la clase trabajadora y gritar las consignas a todo pulmón no le hicieron sentir el trayecto chineando a Camilo.

Era amante de ir a la playa con su esposa y sus hijos, tirarse en la arena después de salir del agua con sus melenas mojadas y beber un sorbo de cerveza que se confundía con la sal de sus bigotes. Juagaba futbol y me contó que a inicios de los 80 formó parte de la selección de futbol del equipo Universidad, sin embargo no fue fácil que lo eligieran.

-Nos vieron jugando en la normal y nos llamaron para que nos presentáramos a una prueba de entrenamiento- me dijo- cuando nos preguntaban qué posición jugábamos la mayoría decía que delantero… cuando me preguntaron a mi yo sabía que si decía que delantero no me quedaba en el equipo…entonces dije que jugaba de defensa, y me quedé en el equipo.

Así era él; frío y calculador. Un asiduo lector, investigador y analista. 
Mi amistad con él se profundizó a partir del 2006, a raíz de su candidatura a diputado de la UD en las elecciones generales de 2005. Las urnas que nos tocaba atender estaban en la Escuela Canadá y casi todas las personas que llegaban a votar fueran de cualquier partido lo saludaban alegremente y le decían que habían votado por él.

La gente es perdida -me dijo- que bueno que votan por mi pero más benefician a los otros partidos si votan en cascada, deberían dárselo a la UD en cascada. Falta mucho para que la población avance en el uso de su voto, pero llegará el día en que el pueblo se levante y se den cuenta de que solo botando al régimen burgués habrá más equidad y justicia social.

En el año 2005 la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular impulsó una política de abrir las candidaturas de UD a dirigentes del movimiento popular, Manuel Flores fue designado como candidato a diputado de parte del PT en las planillas de UD. Él sabía que ganar era imposible, pero aceptarlo era con el propósito de propagandizar y hacer política revolucionaria.

Fue carismático y capaz de hablar con quien fuera, siempre mantenía su semblante sereno formado de su internado en el seminario. Pero también fue alegre, bromista y sincero. Muy sincero, a veces decía sus desacuerdos con alguien… pero a veces prefería callar y apartarse.

La última vez que lo vi fue el 22 de marzo a las 6:10 A.M. El y Aurora se fueron conmigo hasta Plaza Miraflores porque su carro se lo habían colisionado, ese mismo día por la noche le hablé para proponerle que al siguiente día –martes 23- saliéramos a la misma hora, me dejara en mi centro de trabajo y que se llevara el carro para Soroguara. Muy alegre me dijo que una amiga y compañera suya ya le había prestado un carro.

-¿Vos que tenès para que todo mundo te ofrezca carro?- me dijo que alguien le había dicho. Son las últimas palabras que recuerdo de él.

Una semana antes Ángel Martínez le había prestado su carro para movilizarse, de hecho; el sábado 20 de marzo nos vimos y nos subimos en ese carro. Ese sábado él se fue a su casa a escribir su último artículo sobre “El Bajo Aguán”. 
El martes 23 de marzo salí de mi casa hacia mi trabajo faltando 20 minutos para las 4, llegué a mi trabajo como a las 4:25. Habían pasado 2 minutos desde que entré cuando Olga me fue a buscar y me dijo: ¡Carlos acaban de matar a Manuel!

Un torbellino de incertidumbre, dolor, angustia e impotencia se apoderó de mi mente y minutos después comprobaba su asesinato. Ahora seguro que está con Marx, Lenin, Trotsky, Nahuel Moreno, Darwin Izaguirre y muchos revolucionarios más.

¡Hasta la victoria siempre Manuel!

 Carlos Licona
Partido Socialista Centro Americano
(PSOCA)
23 de marzo de 2011. 8:06 a.m.

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