martes, 29 de marzo de 2011

Crónica de una represión

Al unísono el grito fue: ¡Vienen los chepos! ¡CORRAN!

El cielo surcado por los gases dejando su veneno en el aire, la atmósfera se tornó de desesperación: el sonido de las cápsulas mortíferas pesaba como la certeza de un dardo en cada oído, el corrosivo gas se impregnaba en las pieles y ardía como una lamida del Satán Trimegisto  -echar agua era nada más como sentir las aguas del Lete del infierno-, los ojos apenas soportaban el ardor impregnado en el aire con el respirar de los fusiles, las piernas tentaban con no responder y no saltar esa cerca cuando los monos estuvieran demasiado cerca, las manos buscaban alguna piedra, vinagre, algo de agua, una puerta, a Dios, una mano… Lo que sea, con tal de evitar lo que se avecinaba.

Lo que antes era una fiesta social, se tornó en una cacería brutal: Una señora corría con su nieto desesperada –solo andaban comprando pan-, las muchachas de las baleadas perdieron todo –y además fueron bien gaseadas-, el viejo de las paletas corrió y soportó el gas con tal de no perder la carretilla –probablemente a él le hubieran cobrado-, un hombre clamaba desesperado por teléfono una dirección, niños y niñas miraban contrariados y desconcertados, muchas personas se refugiaban despavoridas; el mar de gente se desató.

Avanzaban inevitablemente, los policías antimotines -¿antimotines? Si, antimotines- armados del más caro y sofisticado armamento militar disponible en las altas esfera de la guerra capitalista. Dos tanquetas, cientos y cientos de policías con chalecos antibalas, fusiles M-16, beretas, cascos, sus respectivas municiones, además de decenas de grupos de policías cargando mochilas repletas de gases lacrimógenos –que además, cargaban las patrullas en mayor cantidad-, sus grandes escudos con el “POLICIA” escrito en el frente; ¿listos y listas?-preguntó el comandante o jefe o lo que sea-  Agarremos a pija a estos hijos de puta.

-Dos señoras se desmayaron.
-Se llevaron a dos niños.
-Una recién nacida está grave.
-Esos cabrones nos tiraron bombas lacrimógenas.
-¡Malnacidos!
-Corra mami, corra…
-¡Vamos a hacerles Frente a esos malparidos!
-Se está incendiando el INPREMA.
-Tómele fotos, miré cómo la dejaron sangrando esos perros.
-¡Salgan! ¡No se escondan! ¡Agarren pierdas y tírenlas!
-Ay no, ya nos agarraron.
-¿Le hecho vinagre?
-¡Métanse acá!
-¡Ya vienen! ¡RESISTAMOS!
-¡También están en el otro lado!

Eran frases comunes que se gritaban a todo pulmón y que al instante mismo eran aplacadas por otra similar o más grave. Las personas instantáneamente se convertían en hermanos y hermanas, se cuidaban como haber pertenecido por siempre a la misma familia, todos y todas se preocupaban unos por otros. “¿Estás bien? ¿Todos llegaron bien? ¿Y los otros?” se escuchaba cuando hablaban por celular.

En la televisión se podía ver como las grandes nubes de humo blanco inundaban los edificios y casas aledañas –las personas de estas casas hasta hablaron a las radios para denunciar tal abuso por parte de la policía-. Se podía ver, también, como un grupo de valientes personas se quedaron –a pesar del gas- a lanzarles piedras y dejarles barricadas a los bien llamados Chepos.

“Metámonos acá, aquí no se meten esos chepos” instantáneamente –y a pesar de la cruenta situación- las personas que escucharon tal comentario rieron y le dijeron algunos “Nombre compa, si hasta se metieron a la casa presidencial, ¿Cómo putas no se van a meter acá? Jajaja”. Y no se equivocaban, tal vez no se metieron, pero llenaron totalmente de gas lacrimógeno la calle, hasta lanzaron en los edificios, irrespetando la preciada propiedad privada.

“Se van, apúrense, sálganse de ahí” La gente salía corriendo y buscaba a dónde ir. Portones de hasta dos metros de altura eran ágilmente saltados por señores y señoras que olvidaban su edad y corrían con el último hálito de vida que les quedaba en los envenenados pulmones; no se pudo evitar una que otra caída, pero la adrenalina frenaba todo intento del dolor.

Las calles se tornaban laberintos sin salida, la tanqueta se aproximaba cada vez más, los policías no dejaban de lanzar gases, la gente desesperada gritaba, corrían y retrocedían para auxiliar a alguien, lanzaban piedras y troncos a las calles, hacían llamadas, derribaban los puestos donde se venden los periódicos golpistas, y corrían de nuevo. Los laberintos asfixiaban al igual que los gases.

Se reagruparon todos lo policías y militares, hicieron una última amedrentación –unos últimos gases y toletazos- y se enfilaron de nuevo a las barracas de cerdos y asesinos de donde provienen. Y mientras caminaban por las calles vendedoras de chicles, paleteros, señoras, señores, taxistas, buceros, mangueras, todos y todas, les gritaban: “¡Perros cobardes!”.

¡Perros cobardes, que con el aliento de los fusiles roban la esperanza de los pueblos!

Frente Revolucionario Artístico Contra-Cultural
FRACC
17 de Marzo de 2011

lunes, 28 de marzo de 2011

¡Libertad para las maestras y los maestros!

Paro Cívico el miércoles, ¡en toda Honduras!

Lección de niebla



Los ángeles llevan máscaras antigás. Tegucigalpa es el reino de los miedos.

Hay 80 residencias que reciben a diario 4 raciones de lacrimógenas. Puntualmente. Se abren los grifos y rebalsan las pilas por el humo. Es más fácil lavar la ropa blanca, es más fácil limpiar los muertos con el sahumerio de las bombas.

Los ángeles apestan al salir de sus duchas rojas. Lavan sus alas a presión. Tegucigalpa es el reino de los miedos.

Hay 25 ancianos que llegan a los 100 años y todos ellos han sido transportados por la nube. Pulmón a pulmón se asfixian. Es más fácil abonar el jardín con el ácido de la blancura, es más fácil yacer en la hierba que se vuelve transparente sin oxígeno.

Los ángeles persiguen a los pájaros que se cuelan en el bosque espumoso. Machacan sus picos, les sacan semillas de viento, reforestan los cielos.

Hay 2,200 cápsulas sobre el pavimento. Los maestros las recolectan, las llevan al aula para el trabajo manual. El humo sirve para amasar la tiza. La tiza dibuja curvas que entran por la boca y se enroscan en los pechos del niño.

Los ángeles lanzan el maná como una florista que abre el cortejo en la coronación del pueblo.


Fabricio Estrada

VIDA Y PATRIA - Oscar Amaya Armijo

Hemos perdido el país, qué más podemos perder: ¿La vida?, ésta no tiene sentido sin patria, solo el sinvergüenza puede vivir en el arrastre de la esclavitud.

Dice el poeta Destephen que el hondureño ya no es dueño ni de su apego y –digo yo- que vivir sin arraigo es tener el alma vacía, el canto sordo de las piedras.

Aquí perdimos el país porque quienes  tienen el alma vacía lo entregaron a cambio de esas treinta  monedas que aún tintinean en sus oídos de zombis, son los parias vestidos de feudales y burgueses.


Son los mismos malditos vendedores de baratijas, que  escondidos como sabandijas, en el  escaparte de un mall de porquería,  vendieron a Dios y la religión, con la venia del Cardenal y su séquito de pastores evangélicos.

Hay cínicos que se sientan frente a la inmediatez del hartazgo, simulando que la patria es aquella tontita vestida de pomponera en las celebraciones de una independencia que jamás tuvimos. Son los mismos canallas que sostienen un garrote entre sus manos mientras nos hablan de reconciliación nacional.

Salteadores de pacotilla que venden el país, te quitan la vida, masacran el pueblo  en las marchas, se roban el dinero de los jubilados, quitan la tierra al campesino para entregarla a mercenarios y ladrones y, luego, con una fingida beatitud, te hablan del humanismo cristiano.

Perdimos el país ¿qué más podemos perder? Allí están esos truhanes robándose las migas que con mucho sacrificio los maestros depositaron en sus arcas. Quieren quitarle la dignidad a la vejes en un país que tiene quinientos años de no existir.

Los hondureños perdimos el país, somos extranjeros en esta tierra, si no miren a los generalotes y sus hordas, que ordenan golpearnos como se golpea al más inmundo de los enemigos. Somos como los palestinos, sin país, sin tierra, sin ríos; en fin, sin nada. Sufrimos, en Honduras, en la que una vez fue nuestra patria, un nuevo sionismo.

Los hondureños vivimos en un país que ahora es de los moros y los gringos. Emirato o protectorado ¿Qué más da? Y si no tenemos patria, entonces: ¿Para qué tener vida?

No obstante, vida y patria solo se reconquistan, en este momento aciago, mediante el doloroso camino de la liberación nacional.

Oscar Amaya Armijo

Dime que defiendes como tuyo y te diré a que grupo perteneces

Cualquier afecto, cualquier sentimiento, se nutre de apegos, poderes e
inclinaciones.
Alberto Destéphen

Cuando  no  sentimos el apego, el afecto a  la institución educativa  que nos ha
forjado como individuos, es que hemos perdido el norte de los buenos hombres; es
nuestra Universidad Nacional Autónoma de Honduras la que nos  ha dado las luces
del conocimiento  a la verdad,  a la razón, al sentido de vivir con los altos
conceptos democráticos, a los conceptos  de la  razón y la justicia, a la
búsqueda incansable de los grandes valores de los hombres que han alcanzado la
cúspide de sus pensamientos  y han ilustrado a otros las virtudes del bien
común, la paz y el respeto. 
Cuando no nos importa nuestra institución, la universidad, símbolo de una
nación,  la que nos forjo como profesionales  privilegiados y  dignos, la que
nos dio el enlace para desarrollar una vida de oportunidades y bienestar en
muchas facetas,  entonces somos seres apátridas, como el mal hijo que no lucha
por su madre.
Porque la UNAH nos formo, a través de los impuestos del pueblo, debemos al menos
retribuirle mediante su defensa, que se establece desde los peldaños de la
honorabilidad, el respeto, y la responsabilidad de dar a otros,  sin pensar en
intereses mezquinos, propios de los hombres de bajo  calibre.
Estamos en la universidad  que ha sido mancillada desde hace mucho tiempo ,pero
nuestra responsabilidad histórica es hoy, que es el tiempo en la que podemos
defenderla, o con nuestra actitud  dejar que la  ignominia se apodere para
siempre de ella, dejando que caiga en el sueño profundo, donde cualquier mal
nacido se dará el lujo de irrespetarla y seremos nosotros los responsables de
esos atropellos, porque es la nueva generación la que sufrirá las consecuencias
de lo que dejamos que se realice hoy, serán nuestros hijos los que preguntaran
por nuestra cobardía y nuestra culpa será infinita.
Nuestra actitud ante los atropellos cometidos por los oscurantistas del
conocimiento, los que entran a la Universidad  Autónoma invadiendo con bombas y
armas de fuego, símbolos de la fuerza y violencia, negación a la razón y al
conocimiento; entrando como si fuese el patio de su casa, enlodando lo que el
Alma Mater representa como símbolo, por lo menos ante muchos de nosotros y las
nuevas generaciones  de pupilos que no han perdido el asombro, la valentía, la 
belleza y buscan aún entre los escombros de la ingenuidad, lo extraordinario que
nos da la ciencia, el arte y la  razón, por lo cual debemos  luchar
incansablemente  en el idealismo, el imaginario, aun en los fuegos del fascismo
que se instala; aun  entre los peligros de las fieras que se alzan en todos los
rincones de nuestra bien amada patria HONDURAS.

Aquí algo terrible pasa, el terror se ha impuesto, se ha instalado el miedo y la
indiferencia en los docentes, trabajadores y muchos estudiantes que se
concentran en realizar automáticamente sus actividades cotidianas sin que les
importe nada más; ni el conocimiento, ni la ciencia que se establece desde las
esferas de la dinamicidad y  el intercambio de ideas, de la ciencia y el
bienestar que solo se establece desde las ópticas de la libertad. Ningún bien
del conocimiento procede de otro lugar que no sea la alegría de la verdad, de la
fuente de ser libre.
Con las violaciones a los mismos derechos y las conquistas de los trabajadores,
sin que nadie salga a defenderlos nos permite aseverar que algo terrible pasa;
estamos ante hombres castrados de libertad y dignidad, porque ya no importa el
contexto social en el que vivimos, sabiendo que la integridad es hija de la
sabiduría y la verdad, y nada esta afuera, todo esta adentro  de las  esferas en
las que vivimos y convivimos. Nuestro país esta sumido en la vil tiranía, en el
absolutismo, de los que siempe han mancillado nuestro pueblo. La historia hará
justicia y  justamente seremos llamados ignorantes y cobardes si no asumimos el
rol que nos corresponde en esta lucha.

Porque  no  defender los propios derechos, nos acerca a la aniquilación de
nosotros mismos. O estamos lejos de los conceptos básicos de sobrevivencia, o
cerca de ser esclavos, o cerca de la mismísima muerte.
¿Donde está  el conocimiento  que tiene el filo de un cuchillo, la artillería
que hace temblar a los todopoderosos que se esconden en las murallas  de  los
escudos de la  nación?, ¿donde están los versos que hacen temblar el mas grande
imperio, el análisis , la reflexión que hace que el universo gire su peso?.
En  la UNAH en los últimos tiempos, como en todo nuestro país, se ha instalado
el absolutismo en todas sus formas, nosotros docentes, estudiantes, trabajadores
hemos estado en un sueño profundo. De las autoridades no esperemos más que
opresión, ignorancia, y prepotencia; porque solo aquel que pertenece a algo lo
defiende. Ya sabemos que  las autoridades solo se protegen a sí mismos y a
aquellos que los pusieron en los puestos que ostentan y han alquilado el alma a
los todopoderosos, que no se sacian de las ansias de poder.

Pero nosotros estudiantes, docentes, trabajadores, los que pertenecemos al
conjunto del pueblo, que sentimos nuestra a la Universidad, somos nosotros los
llamados  a defender, rescatar y a dar nueva vida a la UNAH. Nuestro  vinculo y
pertenencia procurará la existencia y el sentido de ser a la universidad, a la
universalidad que construirá hombres y mujeres del conocimiento, de la ciencia y
el arte, que son los eslabones que dan el gran salto al desarrollo de  las
virtudes de los seres humanos, el bienestar común, la justicia, la razón y la
más alta democracia del futuro.

Rescatemos nuestra Universidad

Alberto Destéphen
Escritor, Poeta y
Docente Universitario

A los maestros caídos - McDonald

EL GARROTE, LA ZANAHORIA Y LA UNIDAD POPULAR

El lobo Pepe captado durante la inauguración de un nuevo edificio de INTUR (comidas rápidas del golpismo). En esos mismos instantes, la represión recrudecía en las calles con cientos de bombas lacrimógenas y muchos y muchas maestros y estudiantes encarceladas.

La semana que recién paso ha revelado dos hechos que retratan la estrategia del imperio norteamericano y de la oligarquía en la coyuntura actual, ayudados por sus comparsas de “izquierda”.

EL GARROTE
Por un lado, el régimen de Porfirio Lobo y JOH agudizo la represión policial con mayores expresiones de brutalidad, teniendo como saldo la vida de una humilde maestra, la tortura con toleteadas y gaseadas a miles de personas, el ultraje a decenas de detenidos, el procesamiento a 19 presos políticos y la apertura de cárceles clandestinas. Para esta semana la estrategia gubernamental promete dar un salto cualitativo disponiéndose a realizar suspensiones desde dos meses hasta un año así como el despido definitivo de los y las faltantes y la cancelación de la personalidad jurídica de las organizaciones magisteriales.

Estas son medidas que ni la dictadura de Micheletti se atrevió a hacer y que refleja la consciencia del régimen de aprovechar la coyuntura para asestar al magisterio, a la clase trabajadora en general y a la Resistencia en particular, una derrota estratégica para continuar implementando, sin la oposición del movimiento popular, las medidas neoliberales impuestas por los organismos financieros internacionales y el saqueo de nuestro país.

Esas medidas  muestran que el régimen cobra el carácter de una dictadura fascista basada en la militarización de la sociedad y la criminalización de la protesta social. Esta dictadura no se va a detener en golpear al magisterio, sino que luego la emprenderá, si se lo permitimos, contra el resto de la clase trabajadora, empezando por desmantelar las conquistas y las organizaciones sindicales de los empleados públicos.
Este es el primer elemento de la situación.

LA ZANAHORIA

El segundo elemento a que nos referimos es el inicio de la campaña electoral del régimen, empezando por el Partido Unificación Democrática, el cual realizo el pasado sábado 26 de marzo una alegre concentración política de sus correligionarios en un estadio capitalino en donde anuncio su participación en el proceso electoral de 2013, reiterando su propuesta de “Frente Amplio”. El acto conto con la presencia de unos dos mil asistentes, los cuales fueron acarreados en decenas de buses desde todo el país, a un elevado costo, acompañado además de amplios espacios de difusión en radio y televisión.

Que la UD haya decidido participar en el proceso electoral de la oligarquía, contradiciendo la resolución de la magna Asamblea Nacional del FNRP del 26 de marzo, no es nada nuevo. Al fin y al cabo son un aliado del Partido Nacional en el gobierno y estan acostumbrados a traicionar las directrices fundamentales de la Resistencia. Lo que llama la atención es que estos señores y señoras hayan decidido hacerlo, con lujo de derroche, en medio de la más grave ofensiva fascista que hemos visto al régimen de Lobo y JOH.
Desde nuestro punto de vista el mensaje es claro: Ante el régimen represivo, la alternativa que nos quieren vender es…. ¡El proceso electoral!  Y dentro de este, el “Frente Amplio”.  Es lo que se conoce como la estrategia del GARROTE Y LA ZANAHORIA. El garrote para ablandar y la zanahoria para decirnos, una vez atontados, qué es lo que tenemos que hacer.
Esto desnuda la real intención política de la demagogia electoral del régimen y el rol de comparsa que juega una vez más el mencionado partido de “izquierda”, colaborador de la dictadura.

LA NECESIDAD DE UNIFICAR LA LUCHAS POPULARES

Frente a esa estrategia, el pueblo tiene una salida: Profundizar su movilización unificando sus luchas.
Si hay algo que permite que la dictadura se salga con la suya, es la falta de contundencia de la respuesta del movimiento popular debido a su dispersión. Si no véanse los siguientes ejemplos: Mientras los maestros y maestras luchan por las demandas en educación, los trabajadores de la salud lo hacen por las suyas propias (las reformas al INJUPEMP), las centrales obreras negocian con la empresa privada un minúsculo salario mínimo, los campesinos luchan por la aprobación de un decreto legislativo que les permita retener las tierras que ganaron con el decreto 18-2008 y, por otro lado, los taxistas luchan por la rebaja de los precios de los combustibles. Esa es la debilidad de nuestro movimiento. Por separado lo único que tenemos asegurada es la derrota.

Lógicamente, si en los próximos días unimos esas luchas en una sola, cumpliendo el anuncio de la unidad obrera-campesina-magisterial-transportista que se  hizo hace más de una semana, nuestro triunfo será un hecho y nuestras organizaciones serán indestructibles.  Solo así el Paro Cívico convocado para el próximo 30 de marzo será un éxito.

Si nuestros dirigentes nacionales no lo hacen, las dirigencias de base pueden tomar la iniciativa, uniéndose a nivel de municipio, departamento o región, constituyendo Comités de Huelga unitarios que no se desmovilicen hasta lograr la satisfacción de todas las demandas.

No tenemos mucho tiempo. Hay que hacerlo ya. La supervivencia de nuestras conquistas y de nuestras organizaciones depende de ello. 

Tomás Andino

domingo, 27 de marzo de 2011

Vuelve... "¡LA POSADA DE MIRANDOLINA!" dirigida por: Tito Ochoa



La Asociación Cultural  Memorias regresa a las tablas hondureñas con su exitosa comedia invitada al Festival de las Artes de Guatemala.
No te pierdas este ágil y divertido montaje lleno de color, humor y picaresca.
Temporada: jueves 7 y viernes 8 de abril.
Valor de la entrada: L.70.00
Lugar: Teatro Nacional Manuel Bonilla







sábado, 26 de marzo de 2011

“La dictadura mediática se institucionalizó como política editorial”

Rebelión/Clarín de Chile
 
En entrevista con Clarín.cl Léster Rodríguez (1984), habla de las interpretaciones artísticas posteriores al golpe de Estado y denuncia: “La dictadura mediática se institucionalizó como política editorial. El recrudecimiento de la brutal represión contra los maestros por parte del régimen de Lobo es ejemplo de su modus operandi, cada una de las imágenes transmitidas por la prensa conllevan fuertes manipulaciones mediáticas, donde cualquier cosa que no esté en concordancia con la política del Estado corre el riesgo de satanizarse y por lo tanto ser ilegalizada”.

Magíster en Artes plásticas por la Escuela Nacional de Bellas Artes y licenciado en Ciencias Sociales por la Universidad Pedagógica Francisco Morazán; Léster Rodríguez continúa analizando la realidad hondureña, mientras lleva a la práctica sus propuestas, en un principio con Artistas en Resistencia y en diversos espacios: “El principal problema que enfrentamos es que no existe un mercado para el arte contemporáneo. Precisamente la falta de editoriales, de un circuito de galerías y revistas que pongan en escena el contexto del arte en Honduras; sin embargo frente a esto te puedo decir que la mayoría de los artistas hemos optado por la autogestión y la apertura de espacios en otros contextos donde es mucho más factible producir y expresarnos”.

MC.- Léster, tu abuelo (Andrés Neda) es el personaje central de la novela “Constructores” (1958) de Ramón Amaya Amador; ¿la literatura y las historias de familia influyeron en la vocación social de tu arte visual?
LR.- Pienso que de cierta manera las experiencias personales terminan influyendo en las diferentes rutas que tomará tu proceso como artista, sin embargo debo mencionar que en muchos sentidos, las preocupaciones e intereses que están implícitas en mi obra parten de una búsqueda permanente de las relaciones entre las realidades concretas y el lenguaje. Creo que en buena medida esa relación con lo contextual inexorablemente te termina acercando a esos planteamientos sociales en los cuales el arte también es una forma de entender la complejidad de esas realidades.

MC.- “Bananas Mundi & National Memory” forman parte de las interesantísimas impresiones y reinterpretaciones sobre la historia reciente de Honduras; ¿cómo es el trabajo de investigación previo al concepto artístico?, lo pregunto por la pasantía que hiciste en el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos… 

LR.- Hace algunos años, yo estaba muy interesado en el planteamiento sobre la revisión de la historia y la memoria colectiva; Mario, tú sabes que en un país como Honduras, donde casi la totalidad de la historia oficial ha sido retocada y alejada de los hechos reales, algunas cosas tienden a quedar en el vacío.

Creo que el proyecto sobre la década de los ochenta, el asunto de la guerra fría y el problema de las situaciones campesinas en las zonas bananeras, han sido un tema que en algunos casos son tan lejanos a nuestras vivencias, que no pareciera tener algún tipo de interés en el contexto actual. Pensando en ello, comencé a realizar una documentación gráfica en el Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Honduras (COFADEH). Inicialmente mi interés giraba alrededor de la obtención de un archivo amplio de imágenes, sin embargo la búsqueda me llevó al proceso de una recopilación más profunda de documentación e inclusive a entrevistarme con familiares de las víctimas de la guerra sucia, finalmente esa documentación se tradujo en un proyecto fotográfico donde la idea de la memoria histórica permeaba como un replanteamiento de lo ocurrido desde la perspectiva que te ofrece la distancia histórica.

MC.- El 15 de septiembre de 2002, tres artistas instalaron una gigantesca bandera de Estados Unidos en la calle del Congreso Nacional, ustedes invitaron a los ciudadanos hondureños para que la intervinieran; ¿qué pretendían?, ¿por qué les costó la cancelación de la visa?

LR.- El proyecto 15 de septiembre fue realizado por el colectivo de artistas: El Círculo, el proyecto estaba pensado para que la bandera funcionara como una especie de alfombra, pero más allá de eso para comprender un tanto el sentido que tenía el desarrollo de la acción, es importante mencionar que la coyuntura histórica de ese momento había obligado a los sectores populares, particularmente al del magisterio, a romper con el gobierno y desarrollar un programa paralelo, inclusive en lo referido a las celebraciones de independencia. Durante casi tres años los institutos públicos marcharon al lado de las movilizaciones obreras durante las fiestas de independencia y en el caso del desfile del oficialismo que se realizaba paralelo en otra calle, marchaban las escuelas “americanas”, las que siguen el modelo de escuela estadounidense.

La situación nos pareció interesante y decidimos organizar el programa estético de la marcha de los institutos públicos, así que todo el happening fue pensado para que funcionara como una marcha popular y dentro de las actividades se colocó una bandera norteamericana de unos 20 metros a lo largo de una de las avenidas contiguo al congreso nacional, el objetivo era que al llegar al punto señalado, los manifestantes llenaran con barro la bandera y esta se convirtiera una gran alfombra. El problema resultó ser que la reacción fue tan fuerte que incluso la propia embajada norteamericana se pronunció por lo que había ocurrido, así mismo se cuestionó el hecho de si la obra era en si arte o una manifestación de tipo político, nosotros sostenemos que existía una narratividad explícita y consiente en donde lo político en sí mismo era el gesto creador.

En el caso de Centroamérica siempre se está hablando de la necesidad de que el que mira la obra interactúe con ella, nosotros pensamos que la mejor forma de crear esa interacción era generar una simulación de la realidad misma, de esta manera el sentido implícito de la obra no era la bandera en sí, sino más bien el conjunto de elementos dinámicos de la marcha, quizá este es el problema que muchos, incluyendo artistas no están de acuerdo o no toman en consideración, lo que también es válido y creo que enriquece a la obra y al debate en sí.

MC.- En la Bienal de La Habana pegaste 2,000 barquitos de papel en una habitación; en la Bienal de Honduras pegaste decenas de piezas de ajedrez en una pared de la Galería Nacional; ¿cómo explicarías la obsesión de adherir pequeños objetos al crear un conjunto visual?, ¿había un objetivo al intercalar el plano vertical por horizontal en ambas bienales? 

LR.- Para mí existe una relación directa entre la idea y el concepto, en este sentido siempre he considerado que los materiales sólo son una manera de articular el discurso, creo en el caso de Ocupación, presentada en la Bienal de la Habana y Dispersión presentada en la Bienal Centroamericana presentan una relación conceptual con respecto a su estructura que en este caso giraban en torno los mecanismos de poder y coerción. Creo que hay una idea implícita del planteamiento foucaultiano al respecto de vigilar y castigar, es decir, mientras en una esa coerción se da a través de la dimensión y acumulación de una flota de barcos, que en cierto modo son una especie de flota de combate y la vez de manera contradictoria son tan frágiles en su estructura, en el caso de Dispersión, es posible vislumbrar las dinámicas sociales en contextos altamente volátiles. Para mí, esa es la potencialidad del arte de poder plantear en la mesa de discusión esas grandes problemáticas que escapan a una realidad local y que definitivamente tienen una dimensión de carácter regional y universal.

MC.- ¿De qué forma el golpe de Estado y la dictadura del Lobo perturbaron a los jóvenes artistas hondureños?, ¿viste una diferencia entre el mensaje político de la III Bienal de Honduras 2010 y la VII Bienal Centroamericana? 

LR.- Creo que el problema del golpe de Estado tuvo un impacto bastante grande, no sólo en las formas de entender el papel del arte en la sociedad por parte de los artistas hondureños, sino también en las preocupaciones y los modos de producción de ese arte. Si bien es cierto que mucho del arte contemporáneo que se produce en el país ha estado impregnado de motivaciones sociales, la convulsión social y política actual finalmente ha generado un vuelco hacia un tipo de narratividad comprometida con una vinculación política, en algunos casos esto ha ido en menoscabo de las valoraciones estéticas de lo que se ha producido en estos últimos años, en otros casos, los resultados han sido muy interesante. No quisiera dejar de mencionar que de manera inédita en el país, producto del golpe de Estado se formó la primera organización político-cultural con incidencia nacional: Artistas en Resistencia

Por otro lado, quiero señalar que esta dimensión política y social del nuevo arte que se produce en el país marca una pauta histórica en el contexto cultural local, quizá mi única preocupación, en este sentido, sería el hecho que estas nuevas valoraciones tomadas en cuenta por parte de nuestros artistas se traduzcan en algún tipo de activismo y se olvidara el potencial implícito del arte, para poder discursar de otras condiciones igualmente importantes, que en sí mismo, también constituyen un posicionamiento político frente al arte.

MC.- Tegucigalpa es una ciudad hostil, los lobos andan sueltos, ¿cómo fomentar el arte ante el holocausto cultural de los golpistas?, lo pregunto por tu experiencia al impartir un taller y hacer la curaduría de la exposición TACON… 

LR.- Honduras siempre ha sido un país acéfalo de una verdadera política cultural, me atrevo a decir que es inexistente. Y es que, si antes del golpe de Estado los presupuestos que se destinaban a cultura correspondían al 5% del presupuesto nacional del Estado, en la actualidad es mucho menor y se dilapida en promocionar una idea de cultura oficial marcada por un folklorismo falto de propuestas que aporten un verdadero patrimonio y acervo cultural, o que contribuya al desarrollo del imaginario colectivo. Es lamentable que el apoyo a las nuevas manifestaciones creadoras y a jóvenes artistas no exista, así como el hecho que se prefiera invertir la mayoría de los fondos de la secretaria de cultura en el pago de puestos burocráticos y que en el país no exista ni una sola iniciativa para la creación de un museo de arte contemporáneo.

Por otro lado, quiero mencionar que esta hostilidad hacia los creadores que han decidido estar fuera del estatus quo oficialista, ha sido evidente, no sólo con el cierre de las ya limitadas oportunidades de financiar sus proyectos, sino que de igual forma el régimen ha reprimido violentamente, como lo ocurrido el 15 de septiembre de 2010 donde la policía lanzó bombas lacrimógenas cuando se celebraba un concierto en la plaza central de San Pedro Sula al norte del país.

Yo siempre he considerado que frente a ese panorama árido, lo mejor es plantear iniciativas alternativas que permitan resolver algunas problemáticas sobre todo en referencia a la educación. En este sentido comencé a desarrollar algunos talleres con jóvenes estudiantes de arte, lo que ha concluido en el desarrollo de proyectos alternativos donde estos nuevos actores culturales se han integrado y están replicando la experiencia.

MC.- En respuesta a tu éxito en el extranjero y dentro de Honduras, llegó proporcionalmente la insistencia de “El Heraldo” y de la “prensa tradicional” para editar reportajes sobre tus instalaciones; ¿por qué todavía sigues negándoles una entrevista? 

LR.- Siempre he pensado que es muy importante ser coherente con lo que se dice y con lo que se hace, en ese sentido, creo que vale la pena replantearse el pequeño tópico sobre la dictadura del poder mediático. En Honduras después del golpe de Estado, la reacción de la dictadura contra la prensa independiente fue fulminante, no así en el caso de los medios alineados que fueron cómplices de las represiones del régimen. Recuerdo que en una ocasión mientras el ejército arrestaba a un grupo grande de personas y las llevaban a un campo de fútbol -muy cerca de donde yo vivía-, para interrogarlos y golpearlos, ni en la radio, ni en la televisión se mencionó nada al respecto, jamás salió esa noticia, aunque el escándalo de las violaciones a los derechos humanos era grande y sabido por todos.

Considerando lo anterior y otras cosas, pienso que rechazar un espacio de publicidad -o una mediocre entrevista- en alguno de estos medios es algo soportable, particularmente cuando mis instalaciones y talleres han sido al margen de los mass media, en muchos casos no por decisión propia, sino por la falta de interés para desarrollar un periodismo cultural de altura de parte de ellos, y bueno, tomando en cuenta lo que ha pasado después del golpe hay mayores razones.

Esta dictadura mediática se institucionalizó como política editorial. El recrudecimiento de la brutal represión contra los maestros por parte del régimen de Lobo es ejemplo de su modus operandi, cada una de las imágenes transmitidas por la prensa conllevan fuertes manipulaciones mediáticas, donde cualquier cosa que no esté en concordancia con la política del Estado corre el riesgo de satanizarse y por lo tanto ser ilegalizada.

MC.- Recuerdo que en la inauguración de la muestra colectiva “Arquitectura de Remesas”, arribó el hipócrita ministro de cultura de facto; ¿cómo evitar que los golpistas lleguen a tomarse la foto?, ¿resultan disímiles el ministro de cultura de Lobo con la inverosímil fashion week de Micheletti? 

LR.- Bueno, ocurre que de este tipo de personajes es difícil librarse porque cuando se trata de proyectos institucionales como el de Arquitectura de Remesas producido por el Centro Cultural de España, siempre aparecen como parte del protocolo, sin embargo también es una oportunidad para cuestionarlos y encararlos en público, para que por lo menos sepan que no olvidamos su participación en todo lo referido al Estado fallido que vivimos en la actualidad. En lo personal creo que no existe diferencia alguna entre lo que fue el despilfarro durante la dictadura de Micheletti y lo que hace el actual ministro de cultura.

MC.- ¿Por qué resulta sumamente difícil vivir exclusivamente para el arte en Centroamérica?, ¿cuántas editoriales, galerías o revistas se interesan en difundir el trabajo de los nuevos artistas hondureños? 

LR.- El principal problema que enfrentamos es que no existe un mercado para el arte en Honduras, particularmente para el arte contemporáneo, creo que en el caso del resto de Centroamérica la situación no es tan compleja, como en el caso de Nicaragua y Honduras con respecto al mercado del arte, tampoco creo que sea tan fácil. Una de las grandes carencias es precisamente la falta de editoriales, de un circuito de galerías y revistas que pongan en escena el contexto del arte en Honduras, sin embargo frente a esto te puedo decir que la mayoría de los artistas hemos optado por la autogestión y la apertura de espacios en otros contextos donde es mucho más factible producir.

MC.- Finalmente, inauguraste tu primera exposición individual en el extranjero, ¿cómo te recibieron en Colombia?, ¿qué propuesta visual contenía cada artefacto subversivo sobre ruedas? 

LR.- El proyecto Ocupación se presentó recientemente en enero en la galería Nueve Ochenta de Bogotá, quedé sorprendido por el dinamismo del mercado del arte en Colombia, por la cantidad de proyectos interesantes que están desarrollando muchos artistas por allá.

En el caso de mi proyecto tuvo muy buena aceptación y las criticas han sido muy positivas, en este sentido me sorprendió mucho que una muestra con un fuerte contenido sociopolítico tuviera tan buena recepción, considerando la cantidad de artistas que han trabajado esta perspectiva y que lo han hecho de manera extraordinaria como el caso de Oscar Muñoz o Rosenvert Sandoval.

Hablando de la muestra en sí, me interesaba lograr una vinculación entre la relación arte-tecnología, y aplicada a los mecanismos de representación y resistencia, en este sentido comencé a diseñar máquinas de combate que en el fondo carecían de algún tipo de funcionalidad, lo que es en sí mismo una paradoja, supongo era un poco plantear el eterno debate de nuestro tiempo sobre ¿la tecnología al servicio de qué?, ¿y para quién? También hay un poco sobre eso que caracteriza las formas de inventiva del tercer mundo, sobre cómo resolver las cosas de manera muy artesanal, me refiero a cómo buscarle solución a un vehículo de uso popular adaptado para el combate, creo que en el fondo la idea de la muestra es –precisamente- evidenciar las contradicciones entre la tecnología invertida para la violencia y nuestras propias carencias humanas y sociales.

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EL TRABAJO DEL TEATRISTA HONDUREÑO RAFAEL MURILLO SELVA ES TEMA DE TESIS DOCTORAL EN COSTA RICA

En noviembre del año pasado el doctorante del Postgrado Interdisciplinario en Letras y Artes en América Central de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Costa Rica Adriano Corrales Arias, defendió su trabajo de tesis titulado HACIA UN TEATRO INTERCULTURAL Y LIBERADOR: EL PROYECTO TEATRAL DE RAFAEL MURILLO SELVA RENDÓN.

Dicha tesis, que pronto verá la luz como libro (Teatro, Comunidad e Interculturalidad), practica un exhaustivo análisis de la experiencia teatral del Dr. Rafael Murillo Selva, reconocido teatrista hondureño, el cual se conceptúa como un teatro comunal o comunitario con raíces propias y decoloniales. Murillo Selva ha venido trabajando con comunidades garífunas en el caribe hondureño (su obra Louvabagu, el otro lado lejano es un hito en la cultura hondureña y centroamericana), pero también con grupos urbanos de niños, adolescentes y adultos mayores. Su trabajo ha trascendido las fronteras pues se inició en Colombia donde puso en escena el masivo espectáculo El Bolívar descalzo.

Adriano Corrales Arias es un escritor e investigador del Instituto Tecnológico de Costa Rica donde despliega un trabajo cultural amplio e intercultural en la docencia y en la extensión tal y como los Encuentros Internacionales de Escritores. Los últimos años los dedicó a investigar el teatro popular centroamericanazo, de allí su interés por la obra de Murillo Selva la cual concibe “como la expresión contemporánea más acabada del teatro popular centroamericano y uno de los referentes del actual teatro latinoamericano por su riqueza popular y contracultural”.

La tesis de Corrales Arias fue evaluada como un estudio original profundo y polémico dado que confronta algunos postulados académicos del teatro como escritura (dramaturgia) y reivindica la puesta en escena donde los actores son trabajadores, amas de casa, estudiantes, etc., justamente el trabajo que ha venido desarrollando por décadas el maestro Murillo Selva.

El libro que se editará a partir de esta tesis (Teatro, Comunidad e Interculturalidad) será distribuido en Honduras y Costa Rica, y en general en toda Centroamérica, según comentó Corrales Arias. La idea es dar a conocer el trabajo del teatrista hondureño más allá de Centroamérica en un texto que, despojado ya de su estructura puramente académica, analiza y profundiza su método de trabajo y su proyecto estético como un paradigma del nuevo teatro latinoamericano por su carácter liberador, intercultural y popular.




Editorial Grado Cero Cartonera, San Pedro Sula


Editorial Grado Cero la cartonera, comienza sus talleres de creación literaria. Hoy comenzamos con la escuela Bambinos en San Pedro Sula con niños de 4 a 8avo grado. Crearon poemas, cuentos, y libros artesanales. A continuación pueden ver el blog creado por Mario Gallardo:

http://www.nuevoscreadoresliterarios.blogspot.com/